Es común en esta época encontrarnos con infecciones respiratorias como resfriados y gripes. Estos procesos pueden venir asociados al dolor de muelas y beneficiar la aparición de patologías orales que pueden evitarse con unas sencillas medidas de prevención. El motivo por el que podemos sufrir dolor de muelas es que algunos procesos gripales vienen acompañados de inflamación del senos paranasales y maxilares (sinusitis), estos últimos localizados justo sobre los molares superiores. La inflamación de las estructuras próximas a los nervios provoca su estimulación al comprimirlos.
Por otro lado, la habitual congestión nasal provoca que se respire por la boca, es cuando aumenta la sequedad, una situación que aumenta el riesgo de irritación y aparición de caries. Se recomienda aumentar la ingesta de agua para evitar esta sequedad y, en el caso de beber infusiones y zumos ácidos, no debemos olvidar la higiene dental, para neutralizar los posibles efectos nocivos en el esmalte dental.
A demás, si el proceso gripal viene acompañado de vómitos, es recomendable enjuagar la boca con agua y no cepillarse los dientes de forma inmediata. Si la infección respiratoria es de origen bacteriano es importante cambiar el cepillo de dientes al superar el proceso infeccioso, ya que las bacterias pueden sobrevivir en este instrumento imprescindible de la higiene dental, lo que hará que la curación tarde más.
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